LEONCIO BADÍA

REPORTAJE

Más allá de la muerte...

LEONCIO BADÍA NAVARRO, EL ENTERRADOR QUE DIGNIFICÓ A LOS FUSILADOS

Leoncio Badía, que había sido condenado a muerte por su ideología política, encontró en el trabajo de enterrador del cementerio de Paterna su condena después de que se conmutara su pena capital.

Condenado a muerte por su condición de republicano y socialista, a Leoncio nadie le ofrecía un trabajo después de la Guerra Civil por su ideología política. Harto de la situación y sin poder mantener a su familia, acudió al alcalde de Paterna (Valencia) para pedirle un empleo.

-“Tengo que comer y no voy a robar, así que necesito un trabajo”, le dijo Leoncio al entonces alcalde de la localidad, rememora su hija Maruja.

El alcalde, que conocía su filiación política, le dijo:

-“¿Quieres comer?, pues entierra a los tuyos”.

Esa fue su condena, después de que le conmutaran la pena capital.

Pero a pesar de la represión del régimen, Badía se esforzó por preservar la dignidad de los cadáveres. Informaba a las familias de los fusilados de la fosa en la que habían sido enterrados, y en algunos casos permitía que se llevaran un ataúd para enterrar a sus seres queridos en privado.

Leoncio también recolectaba objetos personales, mechones de pelo o jirones de ropa de los ajusticiados, para entregárselos a sus seres queridos. Les informaba cómo y cuándo habían sido ejecutados, y les decía dónde los había enterrado. Además, a pesar de la vigilancia a la que estaba sometido por el régimen, se las ingeniaba para asear los cadáveres y por las noches se citaba con los familiares para que pudieran despedirse de sus seres queridos antes de ser enterrados.

En algunos casos, Badía colocaba dentro de los féretros una botella con el nombre del fallecido y lo firmaba, arriesgando así su vida, para que si en el futuro los cuerpos fueran exhumados, sus familiares pudieran identificarlos. Esta técnica se demostró útil en el caso de los 12 de Massamagrell, un grupo de republicanos cuyos cuerpos fueron recuperados de una fosa en 2012 gracias al esfuerzo de Pepita Celda, que pasó 75 años buscando los restos de su padre.

La historia de Leoncio Badía, el enterrador del cementerio de Paterna (Valencia) que entre 1939 y 1945 dio sepultura a 2.238 republicanos fusilados por el régimen franquista, fue reconocida a título póstumo con la Alta Distinción, el máximo galardón que otorga la Generalitat Valenciana.

 

Referencias bibliográficas:
https://www.niusdiario.es/sociedad/leoncio-badia-enterrador-paterna-fusilados-republicanos-franquismo-premio-generalitat-valenciana_18_2832120240.html


https://www.elperiodico.com/es/politica/20130330/josefa-tenia-razon-2351610

 

https://cadenaser.com/audio/001RD010000005329521/
https://cadenaser.com/podcast/cadena-ser/a-vivir-que-son-dos-dias/a-vivir-que-son-dos-dias-vidas-enterradas/2052/

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