Carlos Gómez Carrera
Carlos Gómez Carrera fue uno de los dibujantes más importantes de España de su época.
Nacido en Madrid, el 4 de noviembre de 1903, Carlos será el segundo de tres hermanos. Dos años antes había venido al mundo su hermano Juan y, siete años después, en 1910, nacería la hermana más pequeña llamada Rosa.
Ambos hermanos, Juan y Carlos, estudiaron en las Escuelas Aguirre, hoy en día la Casa Árabe de Madrid, próxima al Parque del Retiro. De Juan se conoce que hizo oposiciones para Correos, pero no pudo ejercer nunca, ya que aunque aprobó el examen nunca le dieron una plaza. Finalmente, en la práctica trabajó como periodista y se especializó como comentarista de espectáculos y crónicas taurinas.
Su padre se llamaba Antero Gómez, un tipógrafo de profesión que trabajó en los talleres del Heraldo de Madrid y, más tarde, en El Liberal y La Libertad. Con esta profesión no es de extrañar que tanto Juan como Carlos quisieran ser periodistas como así fueron. Aunque Carlos, pese a experimentar como periodista al uso, decide especializarse como dibujante de prensa, es decir, como un periodista gráfico de la época con una faceta de caricaturista y humorista satírico.
Su madre se llamaba Isabel y siempre supervisaba a los hermanos cuando jugaban en el Botánico de Madrid, lugar en el que pasaban mucho tiempo cuando eran niños.
Carlos Gómez siempre tuvo claro que quería ser dibujante. No solo eso. Quería ser un dibujante de referencia. No uno más. Quería ser un dibujante con distintivo. Quizás por esta razón ya desde pequeño Carlos siempre estaba dibujando.
Al principio de su carrera profesional, a principios de los años veinte, Carlos intentaba colocar algunos de sus dibujos en cualquier publicación. Entre ellas se encuentran Charlot, La Risa, Flirt, La Gracia, Zig-Zag, Muchas Gracias, La Sombra, La Chala, Cosquillas. Todas ellas son esporádicas y se tratan de sus primeras colaboraciones, más que trabajos.
Será a partir de sus publicaciones continuadas en Gutiérrez cuando Bluff adquiere ciertos ingresos económicos más estables. Desde 1927 hasta 1934, Bluff permaneció en esta revista semanal publicando portadas, viñetas e historietas de humor. Paralelamente participó con sus dibujos en las publicaciones de Macaco o Macaquete. En esta última La Familia Tomillo es la protagonista de las historietas que crea. En estos años también realiza viñetas para la revista mensual Agricultura. Durante su trabajo en el semanario Gutiérrez también colaboró puntualmente con el periódico Estampa, Fray Lazo, Bromas y Veras, y Pum.
El tipo de humor que ofrece en la revista en la que más publicaciones realiza con el paso del tiempo, Gutiérrez, es un tipo de humor popular que compagina con humor político de cualquier tendencia. Bluff no tiene ningún inconveniente en variar sus críticas según el partido gobernante en los primeros años de la década de los treinta.
En abril de 1931, Carlos Gómez contrajo matrimonio con María del Coro de Escoriaza en Zumárraga (Guipúzcoa), ciudad natal de su esposa. Unos años después el matrimonio tendría una hija, Maria Olivia Gómez de Escoriaza.
Durante su trabajo en Gutiérrez publicó en el periódico de derechas Gracia y Justicia una serie de viñetas desde enero hasta abril de 1933, trabajo que dejó para ingresar en el diario La Libertad, un periódico republicano. El contraste entre el anterior periódico de derechas y este diario republicano de izquierdas resulta más que evidente. Será a partir de este momento, del que se puede considerar un punto de inflexión en su carrera y en su vida, cuando comienza el inevitable fatal desenlace.
Poco a poco, su trabajo se hace más comprometido y su paso por La Libertad marcará esa época y muchos de sus enemigos políticos, antes amigos, lo pondrán en el punto de mira. En este periodo Bluff adquiere un sentimiento que le hace posicionarse en defensa de la democracia española representada en la República, transformándose en un Bluff corrosivo, en un dibujante radical, donde la sátira, la ironía y la caricatura adquieren en él formas magistrales de sus ideales democráticos. Fueron ideales capaces de irritar a los dirigentes políticos y adversarios de ideologías fascistas.
Durante las Elecciones Generales a Cortes de febrero de 1936, su lápiz sigue enarbolando la defensa republicana y sigue dibujando a favor del Frente Popular. Bluff carga su lápiz contra la CEDA y la Falange y espolea al Frente Popular, creándose un plantel de enemigos que nunca le perdonaron.
Bluff también fue miembro de Izquierda Republicana de Manuel Azaña y formó parte del Sindicato de Dibujantes de la UGT.
El 17 de noviembre de 1936 los inhumanos ataques alemanes destruyeron la redacción del periódico La Libertad. Por suerte, Bluff y el resto periodistas ya habían abandonado el periódico por temor a que fuera bombardeado y terminaban el cierre del diario horas antes de lo que era habitual. Pasados ocho días, el diario La Libertad aparece de nuevo desde la rotativa de ABC y aunque el diario porta una viñeta de Bluff, esta será la última de él en este diario, ya que cuando dos meses después regresa a sus talleres de origen, el 26 de enero de 1937, Bluff ya no se encuentra en Madrid. Esta puede ser una evidencia de que Franco y las derechas tenían como objetivo militar la destrucción del periódico y la muerte de sus periodistas y colaboradores. Asimismo, se tiene constancia de que intentaban dar con un dibujante que firmaba sus viñetas y dibujos como Bluff.
Siendo conocedor de que era un objetivo militar del ejército liderado por el General Franco y destruido el periódico en el bombardeo a Madrid en noviembre de 1936, decide desplazarse a Valencia para organizar la salida en barco de España de él y su familia hacia los EE.UU, lugar en el que reside su cuñada, María Teresa de Escoriaza, una reputada y legendaria periodista que había cubierto la guerra del Rift en el diario El Liberal. Aún se pueden leer sus artículos de corte social y humano sobre la Guerra del Rift. Además, María Teresa de Escoriaza era locutora de radio que luchó por la igualdad de género, siendo activa defensora de los derechos de la mujer. Actualmente, Radio Nacional de España ha querido rescatarla del olvido y concediendo en su memoria un premio anual llamado Teresa de Escoriaza a trabajos periodísticos que tratan la igualdad de género.
Bluff se desplazó solo a Valencia inmediatamente después del bombardeo de noviembre de 1936. Su familia esperó su regreso a Madrid en las navidades de 1936. Durante su estancia en Valencia decide no abandonar España. No se sabe exactamente quién lo convenció, pero lo que se tiene claro es que decide quedarse en España y no marchar al extranjero. Es posible que bien Carceller, editor de revistas satíricas de gran éxito, o Escandell Úbeda, que ya se postulaba como el próximo director del diario Adelante, de ideología socialista, le convencieran para quedarse en Valencia. Al deshacer la idea de irse al exilio, su mujer y su hija se desplazarán para vivir con él en Valencia.
Valencia se había convertido en refugio de muchos dibujantes y periodistas que huían de las bombas y destrucción que había en Madrid. No solo eran simpatizantes de la República, pues había de toda clase de ideología y muchos falangistas y antirrepublicanos vivían clandestinos y escondidos en la ciudad.
Aunque no se tiene una constancia de cuándo y cómo se conocieron Bluff y Carceller, resulta evidente que en esas fechas ambos debieron tener un encuentro en la capital del Turia. Bluff le entregaría una serie de historietas que Carceller incluirá en la revista La Traca que aparecerán publicadas a partir de enero de 1937, solo unos pocos días después.
Con su familia en Valencia, junto a él, comienza una etapa decisiva en su porvenir profesional al aceptar trabajar en La Traca, revista satírica de la Editorial Carceller con la que se llegan a vender casi medio millón de ejemplares semanales. El éxito de esta revista es más que conocido por su peculiar forma de atacar a aquellos que se habían levantado en contra de la voluntad popular de un país. Desde esta cabecera Bluff ridiculiza con sus dibujos a los principales enemigos de la II República española como al general Franco, con los labios pintados con carmín y observando unos plátanos de cerca que dice acordarse de Marruecos cuando los ve, o al general Queipo de Llano, al que caricaturiza como un borracho saliendo de la taberna al que no le respetan ni los niños. También destaca su carácter anticlerical y caricaturiza a sacerdotes y obispos, por ejemplo, con la esvástica nazi atada a sus pies a modo de condena.
Todos estos dibujos serán la verdadera razón de su enjuiciamiento y posterior condena. Durante 1937 y 1938, Bluff realizó una gran cantidad de portadas y contraportadas a color en esta revista y se involucró en la defensa de las libertades democráticas haciendo una labor de guerrillas, desmitificando al enemigo con la mejor arma que él manejaba que era su lápiz. Y aunque si bien elevaba la moral a los republicanos, crispaba con exceso a los adversarios fascistas, que no le perdonaron cuando comenzó la posguerra.
A partir de febrero de 1937 se edita, bajo la dirección del Partido Socialista del País Valenciano, el diario Adelante. Desde el primer número y hasta julio de 1937 será Emilio Escandell Úbeda su director. Desde el segundo número de la revista Bluff comenzó a publicar una viñeta diaria en su portada, así como diferentes historietas en páginas interiores hasta el 25 de agosto de 1937. Posteriormente, se pasó a La Correspondencia de Valencia, perteneciente a la UGT y su director era Eduardo Buil Navarro.
En este periodo Bluff colaboró realizando carteles antifascistas de gran tamaño desde los bajos del Cine Rialto en Valencia que servirían para ser colocados en lugares visibles de la ciudad para conmemorar la defensa de Madrid el día 7 de noviembre de 1936. También realizó diversas colaboraciones con publicaciones en Triunfaremos, un periódico de Valencia, y Democracia, un diario de Jaén.
Cuando Bluff vio que se perdía la guerra reorientó su humor de forma más intensa si cabe contra las potencias europeas democráticas que firmaron el pacto de no intervención, reprochando su pasividad en la defensa de la República española.
Bluff publicó en La correspondencia de Valencia y Adelante, historietas y viñetas ridiculizando a Hitler, Mussolini, Franco y sus generales, pero lo más importante fueron sus portadas, contraportadas e historietas, en color o en blanco y negro, en sus trabajos en La Traca. Es en esta revista donde su dibujo coloreado y su mensaje se realzan con más efectividad, empleando la sátira y la ironía como expresión base, acariciando con un estilo limpio, simple, mordaz y corrosivo. Sus viñetas están dotadas de un movimiento cinético muy poco desarrollado y visto en esa época que denota el talento magistral como dibujante editorialista. Sus originales y mordaces dibujos producen un impacto visual digno de la mejor editorial escrita.
Un mes después de entrar las tropas de Franco a la ciudad de Valencia, Bluff es detenido en su domicilio en Valencia en presencia de su hija y esposa, el 28 de abril de 1939, según manifiesta su familia y negando que fuera detenido en Alicante. Según indica su familia, Bluff fue detenido por una denuncia de una familia de falangistas que vivía en el piso de abajo.
Bluff no imaginó ni por un solo momento que lo fueran a detener y a juzgar porque estaba seguro de que no había cometido ningún crimen. Quiso confiar en las palabras de Francisco Franco cuando dijo que ninguna persona debía temer de la “justicia nacionalista” si no había cometido ningún crimen de sangre. Pero no fue así y amparándose en la Ley de Responsabilidades Políticas, que aprueba en febrero de ese mismo año y haciéndola retroactiva hasta 1934, castigará a todo aquel que haya colaborado en cualquier medio, tanto informativo como activo, en la difusión y defensa de la República.
Tras ser detenido, Bluff será ingresado en la cárcel del Monasterio de El Puig de Santa María, empleado como prisión durante esa época. Tras unos días en este lugar, es trasladado a la Cárcel Modelo de Valencia, donde se le inician las diligencias previas y es internado de forma preventiva el día 4 de mayo de 1939.
Jerónimo de Toca, administrador de la Cárcel Modelo de Valencia y parece que en tiempos pasados conocido de Bluff, le insta al dibujante para colaborar en el semanario carcelario Redención y así poder ver vista rebajada su pena cuando se dicte sentencia. Seguramente a regañadientes Bluff aceptó aunque con muchas dudas colaborar con el único medio de información al que podían acceder los presos de todo el territorio español porque teme que sus colaboraciones en este semanario le pueda enemistar con alguno de sus compañeros de prisión. Para no complicarse la vida decide volver a dibujar una serie de viñetas ya publicadas anteriormente aunque desconoce que los mandos analizarán cada una de sus viñetas minuciosamente. Carlos no tiene conocimiento de que en prisiones saben de su trayectoria en La Libertad y cree que al dibujar para Redención y tener buena conducta, su pena será inferior cuando se le juzgue. Por esta razón no tardará en solicitar la libertad provisional que, pocos días después, le será denegada.
En abril de 1940 Bluff publica dos viñetas en Redención que aunque habían sido publicadas años antes resultaron ser el subterfugio que buscaban sus verdugos para adelantar y consolidar su triste destino. Los mandos de las instituciones carcelarias le otorgan un significado muy particular a dos de estas viñetas, publicadas el 20 y el 27 de abril de 1940, que solo se sostiene desde la interpretación subjetiva de estas. En ellas consideran ver símbolos comunistas como estrellas de cinco puntas y puños cerrados que esconden mensajes subliminales contra el nuevo estado nacional. Esto genera unas investigaciones y declaraciones que se sumarán al proceso judicial ya iniciado como nuevos delitos cometidos para que se le juzguen también y en el que tendrá mayor dificultad para su defensa en el juicio que se celebrará contra él y otros miembros de la revista La Traca. Resulta importante conocer que estas mismas viñetas ya se habían publicado en el semanario de ideología conservadora Gutiérrez, una en 1931 y la otra en 1932. De poco sirvió probar que era imposible que tuvieran el significado que sus verdugos estaban intentando generar porque el contexto político y social que se daba en 1940 no era comparable con el que había ocho y siete años antes, descartando el significado de que se le pretende dar
En el procedimiento V-7470 por el que no solo se juzga a Carlos Gómez Carrera, más conocido como Bluff, sino también a Vicent Miquel Carceller y Jose María Carnicero quedan descartados: Juan Gramaje, último director de La Traca y cuñado de Carceller, ya que fallece a consecuencia de una paliza que se le da durante un interrogatorio en la prisión a manos de los mandos carcelarios; Buenaventura Vidal, redactor de La Traca, al que se le comunica su sobreseimiento en el caso por no trabajar en esta publicación en el periodo de “denominación roja”; y Enrique Martínez de Tejada Echeverría, más conocido como “Echea” al que se le considera en rebeldía pese a estar encarcelado y colaborar, desde 1939, con el periódico Redención.
El 10 de junio de 1940 se celebra el juicio sumarísimo de urgencia por el que Bluff es condenado a muerte, ya que el tribunal considera como hechos probados la publicación de dibujos de las más baja moral, en los que se ridiculizan al general Franco y a otros generales en los que aparecen palabras insultantes para las altas personas que representaban, según dice la sentencia. Por todo lo anterior, se les condena a Carceller y Bluff a la pena de muerte por un delito de adhesión a la rebelión militar. A Carnicero, sin embargo, se le indultará su condena tras un periodo encarcelado.
El 28 de junio de 1940, Bluff, ante la propia incredulidad, es sacado junto a un número cuantioso de personas de la cárcel, entre ellos sus compañeros de profesión y amigos Vicent Miquel Carceller e Isidro Escandell, y son fusilados en El Terrer, un terreno próximo al cementerio de Paterna donde los franquistas fusilaron a las víctimas del régimen. El cuerpo de Bluff fue arrojado a la fosa común 114 de este cementerio.
Cuando iba a ser fusilado, Bluff entregó una maleta repleta con sus trabajos a un compañero preso en la cárcel para que este la hiciera llegar a sus familiares. Dicho equipaje con tan importante contenido nunca les llegó a su familia que presuponen fueron requisados o destruidos. El único paquete que su familia reconoce haber recibido por parte de instituciones penitenciarias lo recibió la madre de Carlos. Se trataba de una pequeña caja que contenía una corbata, un cinturón, una camisa y algún dibujo menor previamente censurado. La pérdida de otra de las maletas con trabajos de Bluff hacen más difícil la recuperación de algunos originales de prensa de esta dibujante ya que, además, Eduardo Robles Piquer Ras, más conocido como Ras, que era un caricaturista amigo de Bluff con el que había trabajado en Estampa, falleció y con él se perdió la pista de los trabajos que Bluff. Las últimas informaciones dicen que podrían haber sido destruídos o desaparecidos en un terremoto ocurrido en Venezuela, lugar en el que se encontraba Ras.
Su mujer y su hija pudieron escapar en un barco un tiempo después de su fusilamiento, sobre julio o agosto de 1940, y huir al exilio. Después de un tiempo en La Habana (Cuba) a la espera de la documentación que le permitiera acceder a los Estados Unidos donde se encontraba viviendo, en Nueva York, su hermana y periodista María Teresa de Escoriaza. Ya en los Estados Unidos pudieron llevar una vida alejada de la represión que en España se practicaba con los perdedores de la guerra.
Gracias a la investigación realizada por Lamberto Ortiz Torrero se ha podido elaborar una biografía sólida y rigurosa con datos desconocidos hasta el momento sobre este dibujante que se enfrentó al fascismo hasta ser asesinado por el régimen. Los datos e información que se ofrece en este texto pertenecen a la obra «Bluff: el dibujante que se enfrentó al fascismo» de Lamberto Ortiz Torrero.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
Ortiz, L. (2018). Redescubriendo a Bluff. Olé libros.
Volver a fosa 114Ver cronología
Población: Madrid
Profesión/Cargo: Dibujante, miembro de Izquierda Republicana y Sindicato dibujantes UGT
Edad: 36
Fecha nacimiento: 4 de noviembre de 1903
Fecha fusilamiento: 28 de junio de 1940